La Educación como derecho humano

#FCSendefensadelaUniversidadPública

El jueves 18, en la Facultad de Ciencias Sociales (UNC) se realizó el 2° Encuentro de la Cátedra Libre: “Las Ciencias Sociales y la defensa de la Universidad Pública”. La actividad estuvo a cargo de Erika Giovanna (SAE), Eliana López (CRES) y Patricia Acevedo (SA), quienes disertaron sobre “La inclusión que ya no es. Las políticas públicas y el ajuste”.

En esta oportunidad se problematizó en torno al conflicto que atraviesa el sistema público universitario, desde las miradas y estudios de las tres docentes, quienes compartieron datos y reflexiones sobre la Educación Superior en los últimos años, al tiempo que abordaron las políticas y modelos de universidad; y cómo se materializan en los y las estudiantes en general y en los sectores populares, en particular.

En la primera parte de la clase se enfatizó sobre la importancia fundamental de considerar a la educación superior como un derecho humano y un bien público social. En donde los Estados tienen el deber fundamental de garantizarlo. Para ello, referenciaron los avances que se ha tenido la región latinoamericana y del Caribe, desde el año 2008, cuando en Cartagena de Indias, se llevó a cabo la Conferencia de Educación Superior y se sentó el principio: “La Educación Superior es un derecho humano y un bien público social. Los Estados tienen el deber fundamental de garantizar este derecho» (CRES, 2008).

Además, se informó que, a nivel nacional, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) en el año 2010 reafirma en un documento lo planteado en el año 2008; y en el 2009 el bloque de Latinoamérica y el Caribe en la Conferencia Mundial de Educación Superior, llevada a cabo en París, declara que la educación pública es un Bien Público y un Derecho Humano Universal. También en este documento las/los Rectoras/es reconocieron desafíos en términos de inclusión, extensión y desarrollo científico en las universidades.

Una preocupación constante en el desarrollo de la clase fue el de pensar políticas públicas para los y las nuevos/as ingresantes. Lo cual plantea tomar decisiones claves que generen otro entramado y rupturas en universidades como la UNC, que tiene 100 años de Reforma y 400 años de vida.

La segunda parte de la clase estuvo marcada por las tensiones de la inclusión: “La universidad como institución de elite, la universidad abierta y en la sociedad”. En este punto las docentes realizaron una historización del tema mostrando que la idea hegemónica de la universidad fue por años la de formar líderes, en un primer momento dentro de las clases altas y, posteriormente, profesionales y técnicos en las clases medias. En este camino la concepción de formación de elites y/o clases dirigenciales ha marcado su historia “como orgullo o como vergüenza”.

Sin embargo, las/os jóvenes y adultas/os que accedieron durante los años 2008 y 2015 a las propuestas educativas de la UNC, a través de diversos Programas de inclusión, muestran un perfil claramente diferenciado del que presentan la mayoría de estudiantes de las carreras de grado. En general, los diversos informes y sistematizaciones de estos programas muestran que:

·  Es una población mayoritariamente joven,

·  Provienen y/o forman parte de familias numerosas y/o extensas,

·  Con nivel educativo entre primario completo y secundario incompleto, tienen trabajo informal o de baja cualificación.

Según lo expuesto en la clase en relación a la posibilidad de imaginar nuevos horizontes, los y las jóvenes de los sectores populares resaltan dos cuestiones: atreverse a pensar en los estudios superiores como algo alcanzable, y atreverse a soñar y proyectar en qué les gustaría trabajar. Comenzando a romper con una lectura de la Universidad como un espacio ajeno y extraño que no les corresponde, que no es para ellos y ellas.

El encuentro resaltó la heterogeneidad de la población estudiantil actual. Concluyendo que las universidades tradicionales como la UNC manejan generalmente modelos de trayectorias estudiantiles que, en ciertos momentos, se ven tensionados por la presencia de “las/los nuevas/os estudiantes”, que ponen en tensión prácticas académicas y de gestión. En esta línea se desafío a poner en tensión las tradiciones, siguiendo planteos como los de Deodoro Roca: “no hay reforma universitaria sin cambio social”. En este sentido emerge con fuerza la idea de la Reforma Universitaria de que la universidad debía dejar de ser elitista, de formar solo a las/os hijas/os de las familias tradicionales. Aparecen las/os jóvenes, hijas/os de inmigrantes, de la clase obrera, de la clase media a reclamar por el derecho a la universidad. Estos postulados, planteados hace 100 años, y a los que débilmente se tendía, hoy están en grave riesgo, porque de lo que se trata es de un ataque a la Universidad como bien público y derecho social.

Finalmente la propuesta de este segundo encuentro expuso los diferentes programas de becas y ayudas estudiantiles financias por nacionales, provinciales y desde la misma UNC (a veces poco conocido por estudiantes y docentes) que en el marco coyuntural de ajuste a la educación superior vienen sufriendo modificaciones importantes.

Es importante mencionar que la propuesta de abrir una Cátedra Libre tiene como principal propósito el generar un espacio académico y político interclaustros que permita a la comunidad de Sociales producir, compartir y visibilizar información sobre las dimensiones y características que adquiere la actual crisis universitaria y el impacto específico que la misma tiene en el campo de las Ciencias Sociales en general y de nuestra Facultad en particular.